Si estás pensando en hacerte una blefaroplastia, seguramente quieres conocer antes todos los detalles de la intervención. Esta técnica nos sirve para abrir la mirada eliminando la grasa y el exceso de piel, y de hecho ya te contamos las principales claves en un artículo que encontrarás en nuestro blog.

Si nos centramos en el área del párpado inferior, podemos corregir esas bolsas que a veces parecen añadirnos años. Justo en este punto nos centramos en este artículo, y concretamente en las dos técnicas que podemos utilizar para ello: la transconjuntival y la transcutánea. ¿Qué son? ¿Cuál es mejor? Te lo explicamos a continuación.

Blefaroplastia transconjuntival o transcutánea: ¿qué son?

Empecemos con la técnica transcutánea, que consiste en hacer una incisión en la línea de las pestañas. La cicatriz queda disimulada y permite no solo reducir las bolsas de grasa, sino tensar la piel y eliminar el exceso.

La blefaroplastia transconjuntival, por el contrario, consiste en hacer una incisión en la cara interna del párpado: en el saco conjuntival. La cicatriz es totalmente invisible y los resultados, muy buenos siempre y cuando solo queramos eliminar las bolsas de grasa y no tocar la piel. Hay menos hematomas y la recuperación es más rápida que en el caso anterior, pero lo más destacable es que no necesitamos tocar el músculo orbicular.

Cuando accedemos a las bolsas de grasa desde la cara externa del párpado, hemos de hacer una incisión en el músculo; cuando lo hacemos desde la cara interna, no es necesario. Esto explica que el postoperatorio sea más sencillo en este último caso.

¿Implica esto que la blefaroplastia transconjuntival es mejor? A pesar de que tiene varias ventajas, la técnica más adecuada depende de cada caso. Te lo contamos en el siguiente apartado.

¿Cuál es mejor?

Si nos centramos solo en la cicatriz y la recuperación, es fácil decir que la técnica transconjuntival es mejor. Sin embargo, ten en cuenta que en algunos casos esta no está indicada y es necesario optar por la blefaroplastia transcutánea.

Si en tu caso solo hay que retirar el exceso de grasa pero ya tienes una buena calidad de piel, sí que podremos abordar la intervención por el saco conjuntival. Sin embargo, a veces esto no es suficiente. Si hay que corregir un exceso de piel habrá que hacer una incisión en la zona externa.

Por eso, el primer paso para hacer una blefaroplastia y obtener buenos resultados siempre va a ser hacer un análisis de tu caso y evaluar la calidad de tu piel. Solicita cita previa y nos ocuparemos de estudiar qué técnica te conviene más, además de resolver todas tus dudas. ¡Contacta con nosotros!

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